Querido señor... **tachado** no, demasiado formal.
Hola, mejillas dulces... **tachado** no, demasiado atrevido.
A quien corresponda,
Antes de continuar con este correo electrónico, me gustaría que supieras que esta noche he consumido una cantidad adecuada de bebidas alcohólicas para intoxicarme. Tres margaritas, dos chupitos y una cerveza, porque era gratis.
Creo que es importante ser abierto y honesto con tus compañeros de trabajo, ¿no?
Así que aquí estoy, siendo abierta y honesta. Borracha, pero honesta. ¿O simplemente borracha de lujuria? Tú decides.
Tengo un desesperado y tonto enamoramiento de colegiala por ti cuando eres la última persona en la tierra de la que debería enamorarme. ¿Sabías que la gente de la oficina te llama sádico? Un ególatra. Un imbécil insensible y arrogante. Pero lo que no saben es que tu ladrido es peor que tu mordida. Y esa mordida no me asusta. El hecho es que me encantaría que mordisquearas mi piel desnuda mientras ambos no llevamos nada más que sábanas.
Por una vez quiero que me veas como algo más que una de tus empleadas. Y ya que estamos siendo sinceros, ¿ese traje azul marino que llevas? ¿Con la camisa blanca y elegante? Realmente me dan ganas de aflojar tu corbata y mostrarte exactamente quién es la jefa.
Con cariño,
Atentamente,
Tuya.
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