#1
Lo amé antes de saber lo que significaba la palabra.
Desde las rodillas desolladas hasta las primeras citas y todo lo demás.
Pero nunca fue mío para amarlo.
Me conformé con la amistad, aunque siempre quise más.
Eso era antes.
Antes de que destrozara mi mundo y no se molestara en ayudarme a recoger los pedazos.
Yo misma tejí hasta el último jirón.
Y casi he olvidado su nombre.
Ahora, él ha vuelto, y todo está destrozado una vez más.
Pero esta vez no es el único que está rompiendo.
Y puede que no haya nada que detenga a la persona que nos quiere a los dos.
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